El licenciado Bernardo Stamateas nos brinda algunos trucos para transitar este único momento de manera placentera.
Todo evento de importancia en nuestra vida conlleva una cuota de estrés. Sin embargo, necesitamos ser capaces de manejarlo para que aquello que nos proponemos hacer sea un disfrute y no se convierta en una carga pesada para uno y para toda la familia.
Tomarnos un tiempo para preguntarnos qué es lo que queremos lograr con este festejo tan lindo y tan lleno de emoción como es la fiesta de 15 años de nuestras hijas.
Comencemos por escuchar y luego, a planificar!!
Comencemos por escuchar y luego, a planificar!!
Establecer metas flexibles. Sepamos que una meta en el transcurso del camino puede cambiar. Tal vez habrá que adaptarlas, o cambiarlas, según el momento y las circunstancias en la que se encuentre la organización de la fiesta.
Identificar las estrategias a seguir para alcanzarlas. Determinar con qué herramientas disponemos para su organización.
Establecer metas numéricas. Necesitamos hacer un detalle del costo de la celebración y luego determinar cuánto dinero podemos gastar para la ocasión. Y eso se hace con números. A los latinos, por lo general, nos molestan los números, nos dan una sensación de frialdad. No obstante, el número es un termómetro que nos indica cuánto podemos disponer para cada detalle de la fiesta y nos evita luego pasar por situaciones económicas apremiantes que se verán reflejadas en los meses posteriores al evento.
Establecer metas con tiempo establecido. Determinar cuánto tiempo nos tomará llevar a cabo cada parte de la fiesta. Debemos pensar en los detalles y vernos ahí, en la meta. Y cuando tengamos la meta clara, podremos definirla en términos de conducta y de acción.
Elegir a aquellas personas que nos ayudarán y participarán en la organización. Elijamos a las personas idóneas que nos transmitirán paz y confianza y aportarán buenas ideas en el proceso de organización.
Y como para llegar al suceso, debemos atravesar el proceso, comencemos a disfrutar de todos los preparativos desde el minuto cero. Estos serán también, con el tiempo, momentos de alegría para recordar. No olvidemos que estamos organizando “nuestra fiesta” y que lo más importante es el amor que pongamos en cada detalle. No importa si es una mega fiesta o una fiesta íntima. Lo que no puede faltar es el amor de familia, el compromiso, la entrega y la dedicación que cada uno le pone para llegar a ese día relajados y felices.
★Bernardo Stamateas destacado escritor y conferencias nacional e internacional. Autor de varios libros, su última obra se llama Calma Emocional
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